En Argentina los desmontes eliminan, según datos de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable, 34 hectáreas de Bosques nativos por hora, lo que equivale a 1.108.669 hectáreas en los últimos cuatro años.
La mayor parte de esta deforestación se da en el norte del país, cuya gran causa es el desmesurado avance de la agricultura y la ganadería. Hace pocos días Los Jaguares, un grupo de activistas de Greenpeace, que luchan contra estos desmontes, fueron agredidos por una patota del productor salteño Mario Gerala cuando intentaban documentar el accionar de tres topadoras dentro de las fincas Abra Grande y Abra Chica (foto), ambas del productor, quien posee, según el portal de greenpeace Argentina una autorización provincial para desmontar 1.670 hectáreas de Selva de Yungas. En este contexto Salta no es la excepción a la regla, hay provincias que quintuplican el promedio de deforestación mundial.
La conservación de las Yungas es muy importante para la región ya que es el sitio de mayor riqueza genética de la Argentina junto a la Selva Misionera. Así, como existe Yungas, hay muchísimos bosques que corren el mismo peligro. Y no están en solo peligro los bosques, también lo están los nativos de estas zonas.
Argentina está en Emergencia Forestal. Es, por esto, fundamental, la aprobación inmediata de la Ley de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los Bosques Nativos.
Este proyecto de ley, llamada “Ley Bonasso” (ya que Miguel Bonasso es uno de sus máximos impulsores), establece una detención de los desmontes, por un año, o hasta que cada provincia desarrolle un Ordenamiento Territorial de sus bosques nativos, para planificar un uso sustentable de los mismos.
La ley ya cuenta con la aprobación de la Cámara de Diputados. Ahora es el turno de los Senadores, quienes retrasan la aprobación de esta medida. Incluso algunos dentro del oficialismo rechazan esta movida.
Es Greenpeace (¿quién sino?) quien lleva adelante una campaña (una más) con la intención de juntar 1 millón de votos para lograr que los Senadores de todas las provincias aprueben la ley.
Para detener esta destrucción, tu voto es necesario. Vota acá.
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