13 agosto, 2008

El día que conocí a Alberto

Nada me hacia suponer, cuando apoye mi credencial en el ingreso sobre la calle Hipólito Yrigoyen, a las tres de la tarde, que ese martes sería un día muy distinto al resto.

Como de costumbre, y luego de saludar a compañeros y jefes, me senté en mi escritorio y comencé con la rutina: chequeo de mails, lectura de síntesis de diarios y noticias de la mañana, y armado de ronda de mate.

Corría abril de 2003 y el tema del momento eran las muy cercanas elecciones presidenciales. Carlos Saúl, Rodríguez Saa, López Murphy y Carrio buscaban un lugar en el ballotage. El entonces Presidente Eduardo Duhalde, luego de coquetear con el cordobés José Manuel de la Sota y el santafesino, Carlos Reutemann, se había jugado por el desconocido patagónico Néstor Kirchner como candidato.

Las encuestas que llegaban a la Casa Rosada no eran muy alentadoras ya que mostraban al ex presidente de la década de los 90 y a Rodríguez Saa, en algunas y López Murphy en otras, como candidatos a llegar a la segunda vuelta.

En la búsqueda por dar un golpe de efecto en los votantes, se pensó que la continuidad de quien había sido uno de los principales artífices de la recuperación económica del país, luego de la crisis del 2001, sería atrayente para los indecisos. Y así fue como se concreto el encuentro Kirchner – Lavagna.

Días después de ese primer encuentro, ese martes de abril, tan común como otros hasta ese momento recibo un llamando de una de las recepcionistas de Yrigoyen 250. Se estaba anunciando ni mas ni menos que al jefe de campaña de Kirchner. Hasta ese momento solo había escuchado de Alberto Fernández por una nota que le habían hecho en CQC durante un almuerzo del matrimonio K en el programa Almorzando con Mirtha Legrand.

Luego de comunicarle al director de prensa del ex Ministro de Economía la presencia de Fernández en la entrada principal del Palacio de Hacienda, me pide que vaya a buscarlo y lo haga ingresar.

Una vez adentro del despacho, ordenaron para tomar, cerraron la puerta y dialogaron durante un buen rato. Días mas tarde, por medio de una nota de Ernesto Tenembaum para Revista 23, me enteré que esa reunión, la del día que conocí a Alberto Fernández, se acordó que Lavagna continuaría en su cargo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Qué lindo te salió!!! Muy!
=)