21 diciembre, 2007

Rejunte.

Después de varios días sin postear, voy a hacer una especie de resumen de lo que me ha estado pasando.

El sábado 15 hice varias cosas: pasear por la galería Bond Street, almorzar en el Village Recoleta, jugar en Sacoa y ver la ultima parte del DJ Set de Willy Crook en el Festival Telecom, en el Centro Cultural Recoleta.

También, en el CCR, se estaba exponiendo la obra Crímenes Banales de Ananké Asseff. La temática de la muestra es ver a gente que comúnmente conviven con armas. Consta de tres partes: Potencial (fotografías), Vigilia (videos) y (la mejor de las tres) Rueda de Reconocimiento (video instalación interactiva). En esta ultima, accedes a un cuarto donde hay un telón gigante sobre el cual se proyecta a cinco sospechosos de espadas. Los mismo realizan el procedimiento común, es decir, se van vuelta, miran hacia el frente, esperando (no) ser reconocidos. Pero a diferencia de las ruedas comunes esta termina con los sospechosos sacando un revolver y apuntando hacia donde estas, vacían en cargador. La sensación de ver a cinco tipos disparándote a mas no poder, es muy adrenalinica, creo que por varios minutos el corazón me siguió latiendo en forma bastante mas acelerada que lo normal.

El domingo 16, luego de un buen asado, me dirigí a la cancha del subcampeón del mundo a ver, por primera vez, un recital sin tener al menos un CD de los artistas, y conociendo menos del 50 % de los temas que iban a tocar. Estoy hablando claro de Dos Pájaros de Un Tiro, de Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina.

Pasadas las 17.30, con un poco mas de media hora de demora, se abrieron las puertas. Primera falla, los controles de seguridad: te hacían dejar todo desde las botellas, típico de un recital, hasta un paquete de galletitas de agua, lo cual me parece un locura pero que quizás respondía a lo caro que estaban las cosas adentro (5 $ el pancho, 4 una caja de sugus confitados, por ejemplo) que a una cuestión de seguridad. Tras cuatro, larguisimas, horas de espera, los dos pájaros españoles salieron a escena. El show fue, sencillamente, maravilloso. Las canciones (muchas de las, pocas, que yo conocía), la complicidad entre ellos, y de ellos con el público, el homenaje al negro Fontanarrosa, todo en general fue muy lindo.

Aprovecho para desearles, a todos los (pocos) lectores de este blog una muy feliz navidad.

Volveré, la semana que viene, con un año mas sobre mí, ya que el domingo 23 es mi vigésimo octavo cumpleaños.

Salutes!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Coincido con vos el recital de Sabina y Serrat estuvo muy copado. Lastima los precios del pancho y el paty... saludos